Huelva despide a los niños bielorrusos entre lágrimas
Como en todas las despedidas, el momento de la partida resulta una situación de gran tristeza por ambas partes y eso lo pudieron comprobar, un año más, los niños bielorrusos y sus familias de acogida que ayer vieron cómo terminaban las vacaciones para los pequeños que debían regresar a su país.
Y aunque la experiencia no es la primera vez que se realiza, ésta es la cuarta ocasión, la emotividad del momento sigue siendo la misma porque aunque mantendrán el contacto telefónico durante todo el año, quedan por delante 365 días para que el reecuentro se vuelva a producir.
Ayer, Bonares vivió con mucha intensidad la despedida de los 36 menores que, un año más, han podido disfrutar de un verano en la provincia onubense. Desde su llegada el pasado 18 de junio, los niños han realizado numerosas actividades con las que regresar a casa con un grato recuerdo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario