El pueblo de Moguer devuelve a Francisco Garfias todo el amor que el poeta le entregó en vida acudiendo de forma espontánea y masiva a la capilla ardiente instalada en el Ayuntamiento de la localidad, para rendir el último tributo al que fuera Premio Nacional de Literatura, fallecido ayer a los 89 años de edad.
Numerosas personalidades, colectivos y ciudadanos anónimos continúan pasando, desde la tarde de ayer, por la Casa Consistorial para dar su último adiós a uno de los hijos más ilustres de la ciudad, reconocido por su extraordinaria trayectoria literaria, por su importante labor de difusión de la obra del Nobel Juan Ramón Jiménez, así como por su incuestionable calidad humana y por su militante moguereñismo, que le ha merecido el cariño y reconocimiento de todo un pueblo.
La Hermandad Matriz de Nuestra Señora de Montemayor, a la que el poeta estaba estrechamente ligado, ha querido devolver el profundo amor que Garfias profesaba a la Patrona moguereña, imponiendo sobre el féretro uno de los mantos de la Virgen, que lucirá durante su traslado desde Ayuntamiento hasta la iglesia parroquial, donde hoy a las 17.00 horas se oficiará el Funeral, en el que tomará parte la Coral Polifónica del Liceo Municipal de la Música de Moguer.
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