El profesor de Estratigrafía de la Universidad de Huelva, Juan Antonio Morales, describe esta búsqueda de soluciones como una carrera a contracorriente, ya que la dinámica de las playas no tiene nada que ver con la temporada turística.
En el mapa de zonas de erosión que dibujan los espigones de la provincia, la peor parte se la lleva la playa de Mazagón que sufre las consecuencias de los espigones de Punta Umbría y Huelva. Morales apunta que esta playa viene perdiendo arena todos los inviernos y no puede recuperarla porque las corrientes en la desembocadura del Odiel y el oleaje empujan la arena hacia Matalascañas, por una parte, y hacia la ría, por otra, lo que ha dado lugar a una pequeña playa detrás del puerto que antes no existía. A esto se suma el efecto del puerto deportivo, un elemento más que interrumpe la dinámica costera.La playa del Parador queda fuera de la zona de influencia de estos espigones, de ahí su diferencia de aspecto con Mazagón a pesar de la proximidad entre ellas.
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