Baladas de primavera
22/03/2011
No las que ahora canta el tiempo, que también, sino éstas de Juan Ramón, hondamente líricas, y que son parte de la trilogía compuesta por Las hojas verdes y Arte menor, los tres libros de una exigencia poética absoluta. Entre tantos hechos trágicos y tormentosos a nuestro alrededor (crisis económica, maremoto, guerra…), sin duda viene muy bien al espíritu humano una palabra como la de Baladas de primavera (1910), con tanta “necesidad de vida anímica inmediata” (L.F. Vivanco), la cual, a poco que hayamos iniciado su lectura (con estribillo final), se nos queda en la memoria para siempre, como suele ocurrir con los buenos poemas. “La poesía -reza el aforismo juanramoniano- no es una copia, es la naturaleza que se vuelve a crear a sí misma”. Tiene razón el poeta. Nada mejor que Baladas de primavera para demostrarlo: Canta, pájaro lejano…/¿en qué jardín, en qué campo?); Almoraduj del monte, tú / estabas blanco de luna, almoraduj; La fuente aleja su sonata, /despiertan todos los caminos… Y así, como el chamariz en el chopo, con sólo dejarnos llevar de un texto a otro, hasta podríamos concluir la experiencia lectora con ¡Mi corazón en el tuyo!
Mas, aunque colmadas de gracia y de un ritmo feliz y cercano, Baladas de primavera continúa, incomprensiblemente, sin gozar la popularidad que merece. En ello, la Escuela puede sacar el mejor provecho. Porque una primavera sin Baladas acaso no lo sea tanto.
Mas, aunque colmadas de gracia y de un ritmo feliz y cercano, Baladas de primavera continúa, incomprensiblemente, sin gozar la popularidad que merece. En ello, la Escuela puede sacar el mejor provecho. Porque una primavera sin Baladas acaso no lo sea tanto.
Escritoras y escrituras
08/03/2011
Hoy es el Día de la Mujer. “En el tiempo presente de las cosas” (San Agustín) y en relación con la situación general de la mujer en el mundo, es evidente que, aunque el avance haya sido grande, todavía en ellas el deseo de una vida libre, sin opresiones, es objetivo principal, con inclusión de las escritoras que son marginadas e incluso perseguidas por causa de su oficio.
Hace diez años casi, el Grupo de Investigación ‘Escritoras y Escrituras’, de la Universidad de Sevilla, integrado por sesenta miembros de distintas universidades nacionales y extranjeras, celebró en Moguer el Congreso Internacional en homenaje a Zenobia ‘Representar- representarse. Firmado: mujer’, acertadísimo título –pensamos-, y también actual. Porque, entre tantas actividades como el mismo grupo desarrolla, la citada y más justa representación femenina es la fiel que preside su marco teórico y práctico, con apartados dedicados a la creación literaria, al análisis del discurso y de la cultura y a los estudios de género. Un campo de actuación, según cabe comprobar, tan abierto como plural, en el cual el binomio investigación- educación se destaca como vía fundamental para el reconocimiento de la dignidad y valores de las personas. En el caso de las escritoras, por razones obvias. Pero, sobre todo, para que nunca una mujer sea lo que observa Anna Banti: “aquello que una niña no tiene ganas de llegar a ser, le pase lo que le pase. Pero hay poco donde escoger…”.
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Hace diez años casi, el Grupo de Investigación ‘Escritoras y Escrituras’, de la Universidad de Sevilla, integrado por sesenta miembros de distintas universidades nacionales y extranjeras, celebró en Moguer el Congreso Internacional en homenaje a Zenobia ‘Representar- representarse. Firmado: mujer’, acertadísimo título –pensamos-, y también actual. Porque, entre tantas actividades como el mismo grupo desarrolla, la citada y más justa representación femenina es la fiel que preside su marco teórico y práctico, con apartados dedicados a la creación literaria, al análisis del discurso y de la cultura y a los estudios de género. Un campo de actuación, según cabe comprobar, tan abierto como plural, en el cual el binomio investigación- educación se destaca como vía fundamental para el reconocimiento de la dignidad y valores de las personas. En el caso de las escritoras, por razones obvias. Pero, sobre todo, para que nunca una mujer sea lo que observa Anna Banti: “aquello que una niña no tiene ganas de llegar a ser, le pase lo que le pase. Pero hay poco donde escoger…”.
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