El libro ‘Escalas del regreso. Juan Ramón Jiménez Y Zenobia Camprubí, 1958’, editado por el Ateneo de Sevilla y la Fundación Cajasol, recoge el trayecto de los restos mortales del escritor y su esposa desde Puerto Rico a Moguer, pasando por Madrid y Sevilla, “el viaje definitivo” del matrimonio.
En una entrevista concedida a Europa Press, la poeta, pintora y escultora Rosario Cartes, ideóloga del proyecto, señaló que Juan Ramón Jiménez, muerto en Puerto Rico el 29 de mayo de 1958, dos años después que su mujer, “no pudo cumplir su deseo de regresar con el poeta a España”. No obstante, afirmó que, presintiendo su fin, lo había dispuesto todo para que no se interrumpiera, de un lado, la marcha de la Obra, pues puso la tercera ‘Antología’ en manos del poeta y amigo Eugenio Florit, y trabajó intensamente, mientras pudo, en la sala que lleva su nombre y es depositaria de su obra en la Universidad de Río Piedras, en Puerto Rico, y de otro, que a su falta, él pudiera hacerlo para ser cuidado por su familia en España.
Asimismo, añadió que su sobrino, Francisco Hernández-Pinzón Jiménez, recientemente fallecido, se desplazó en varias ocasiones para cuidar de sus tíos, asistiendo a Juan Ramón en los últimos días de su vida y a él le correspondió gestionar el traslado de los restos de los ilustres esposos a España para ser enterrados en su amado pueblo de Moguer, “la blanca maravilla”, “la luz con el tiempo dentro”, como escribiera el poeta.
Los féretros viajaron desde San Juan (Puerto Rico) en la bodega de un avión de Iberia, y llegaron a Madrid la tarde del 4 de junio de 1958, regresando después de un exilio de casi 22 años, “un exilio que duró, inesperadamente, el resto de sus vidas”, resaltó. Por otro lado, comentó que el acontecimiento de la muerte y regreso del Nobel tuvo, como es natural, una gran repercusión en los ámbitos intelectuales, literarios y artísticos españoles pero “mucho menos, en los políticos, como cabía esperar, dada la defensa del poeta de la República”. “Hubo algunos silencios, como ausencias, pero no fue lo reseñable”, precisó.
Cartes señaló que el lector que se acerque a ‘Escalas del regreso’ se aproximará a estos acontecimientos poco conocidos. Así, informó que los textos de hoy en torno a las cuatro escalas, San Juan de Puerto Rico, Madrid, Sevilla y Moguer, están escritos por reconocidos especialistas en la obra del escritor, junto a testimonios de la familia y los de intelectuales, escritores o artistas como el poeta moguereño Francisco Garfias.
En una entrevista concedida a Europa Press, la poeta, pintora y escultora Rosario Cartes, ideóloga del proyecto, señaló que Juan Ramón Jiménez, muerto en Puerto Rico el 29 de mayo de 1958, dos años después que su mujer, “no pudo cumplir su deseo de regresar con el poeta a España”. No obstante, afirmó que, presintiendo su fin, lo había dispuesto todo para que no se interrumpiera, de un lado, la marcha de la Obra, pues puso la tercera ‘Antología’ en manos del poeta y amigo Eugenio Florit, y trabajó intensamente, mientras pudo, en la sala que lleva su nombre y es depositaria de su obra en la Universidad de Río Piedras, en Puerto Rico, y de otro, que a su falta, él pudiera hacerlo para ser cuidado por su familia en España.
Asimismo, añadió que su sobrino, Francisco Hernández-Pinzón Jiménez, recientemente fallecido, se desplazó en varias ocasiones para cuidar de sus tíos, asistiendo a Juan Ramón en los últimos días de su vida y a él le correspondió gestionar el traslado de los restos de los ilustres esposos a España para ser enterrados en su amado pueblo de Moguer, “la blanca maravilla”, “la luz con el tiempo dentro”, como escribiera el poeta.
Los féretros viajaron desde San Juan (Puerto Rico) en la bodega de un avión de Iberia, y llegaron a Madrid la tarde del 4 de junio de 1958, regresando después de un exilio de casi 22 años, “un exilio que duró, inesperadamente, el resto de sus vidas”, resaltó. Por otro lado, comentó que el acontecimiento de la muerte y regreso del Nobel tuvo, como es natural, una gran repercusión en los ámbitos intelectuales, literarios y artísticos españoles pero “mucho menos, en los políticos, como cabía esperar, dada la defensa del poeta de la República”. “Hubo algunos silencios, como ausencias, pero no fue lo reseñable”, precisó.
Cartes señaló que el lector que se acerque a ‘Escalas del regreso’ se aproximará a estos acontecimientos poco conocidos. Así, informó que los textos de hoy en torno a las cuatro escalas, San Juan de Puerto Rico, Madrid, Sevilla y Moguer, están escritos por reconocidos especialistas en la obra del escritor, junto a testimonios de la familia y los de intelectuales, escritores o artistas como el poeta moguereño Francisco Garfias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario