CUANDO COMENZARON LOS PROBLEMAS POR LOS CONTRATOS EN ORIGEN

«No queremos moros, tenemos polacas»
Inmigrantes magrebíes, concentrados en los alrededores de Moguer. Díaz Japón

ASUNCIÓN FERNÁNDEZ DE CASTILLEJO 6-3-2002 23:55:23
HUELVA. Nada más atravesar Moguer en dirección a Mazagón se da uno de narices con las primeras chabolas: no una ni dos, auténticos campamentos de las más tercermundistas infraviviendas. Son los campamentos de los temporeros magrebíes y portugueses que, como otros años, han venido a Huelva al olor de los jornales de la fresa. En sus chabolas, sobre todo en las de los magrebíes, no hay mantas, ni alimentos, sólo cartones y plásticos sobre el barro y alguna fogata donde cuecen sopa de tomate y cebolla. Los portugueses están algo más preparados: tienen más experiencia; alguno lleva hasta 14 años viniendo con su familia a la temporada de la fresa. La novedad este año es que no tienen trabajo.

«No queremos moros, ya tenemos polacas», dice Mohamed que le han contestado no sólo en la empresa fresera en la que trabajó el año pasado sino en todas las que ha visitado. Mohamed habla español medianamente lo que avala su afirmación de que lleva cuatro años en España y tiene permiso de trabajo. Casi todos los inmigrantes a los que se les pregunta afirman que tienen los papeles en regla y añaden que «a los que no los tienen se los ha llevado la policía». En el campamento de Mohamed conviven marroquíes que vienen de Almería y de Jaén y argelinos procedentes de Francia. Ellos cuentan que hace unos días eran más de mil y que ahora quedan sólo 300 porque la Policía detiene a muchos.

Nadie sabe con exactitud cuantos inmigrantes se concentran en los pueblos de Huelva a la espera de encontrar trabajo. Tampoco se sabe seguro cuántos tienen papeles y cuántos carecen de ellos. CC.OO. cifra en unos 1.200 los «con papeles» y en «algo más de cuatro mil» los «sin papeles». El defensor del Pueblo y el Obispado de Huelva hablan de entre cinco y siete mil.

Vuelta a los campamentos

Las carreteras de Huelva recuerdan ahora a las de Marruecos: el automovilista se topa con una fila continua de hombres de cara morena que andan por el arcén. Van visitando las explotaciones cercanas y pidiendo trabajo. Cuando no lo encuentran vuelven a sus campamentos y rebuscan en los contenedores de las empresas hortofrutícolas de los alrededores. En los pucheros del campamento se ve hervir sobre todo un líquido rojo que ellos afirman haber hecho de tomate y cebolla.

En el campamento en las afueras de Moguer que comparten, en medio de un enorme barrizal, argelinos, marroquies y portugueses, la única fuente de agua que hay es una goma que las mujeres portuguesas han enganchado a una boca de riego municipal. Allí se produjo ayer una situación muy sintomática de la crispación que empieza a cundir en estos pueblos de Huelva. Las mujeres, gitanas portuguesas, lavaban la ropa al chorro del agua de la boca de riego cuando un vecino de Moguer paró su coche y la emprendió a gritos contra ellas. «Este agua es de los moguereños -les recriminaba-. No es para que vosotros la desperdiciéis».

Cuando nos acercamos ante el escándalo, nos explicó que tiene su negocio allí mismo y que está harto de que le pidan garrafas de agua potable, de que se lleven las bobinas de madera de su empresa eléctrica para usarlas como mesa.

En Huelva, en otras campañas los incidentes racistas han sido mínimos, pero este año se nota que el ánimo está cambiando. No es lo mismo tener cerca «moros» que ganan un salario que «moros» hambrientos. La gente empieza a temer por sus bienes. Incluso a los que alquilan casa en Mazagón les advierten que cierren bien las puertas porque «rondan muchos moros». Los sucesos de El Ejido están en el ánimo de todos.

José Luis, un portugués que dice estar censado en Moguer y llevar trabajando en la fresa 14 años dice, airado: «Los freseros prefieren tener a las polacas porque son guapas». Considera que ésa es precisamente la razón de que su familia este año no tenga trabajo.

Tomado de: http://www.abc.es/hemeroteca/historico-07-03-2002/abc/Nacional/no-queremos-moros-tenemos-polacas_83020.html