LA CAMPAÑA 2009/2010, LA PEOR DE LA HISTORIA PARA FRESHUELVA

El sector fresero, a punto de cerrar la peor campaña de su historia

22/05/2010 Luján León

El sector fresero de la provincia onubense está a punto de cerrar la peor campaña de su historia, ya que el temporal sufrido durante el pasado invierno ha dejado unas pérdidas de más de 75 millones de euros, así como unos 45 millones de kilos de fruta destrozados.
Las condiciones climatológicas que azotaron la provincia durante los meses de diciembre, enero, febrero e incluso los primeros días de marzo han tenido unas consecuencias catastróficas para el sector fresero onubense, que está viviendo “la campaña más atípica que recordamos”, según explicó el presidente de la Asociación de Productores y Exportadores de Fresa de Huelva (Freshuelva), Alberto Garrocho.
El sector no se muestra nada optimista respecto a los resultados globales de la campaña, cuando nos encontramos a pocos días de la finalización de los trabajos de recolección de la fresa, ya que “entre la crisis, los precios queha registrado la fruta en el mercado y los efectos que ha supuesto el temporal ha sido un año muy complicado”, indicó el presidente.
La campaña tuvo un difícil rumbo desde sus inicios, ya que “las elevadas temperaturas que se registraron el pasado otoño no permitieron que las raíces de la fruta agarrasen bien a la tierra, de manera que ya se empezó perdiendo mucho material”. Tras el otoño llegó un durísimo invierno que vino acompañado de intensas lluvias, heladas nocturnas y rachas de viento huracanadas que destrozaron literalmente las plantaciones de fresa, “lo que hemos sufrido este año nunca lo ha conocido ningún agricultor de la provincia”, apuntó Garrocho, quien explicó que la campaña está siendo tan mala que durante el último mes “apenas ha habido producción que recoger”.Garrocho explicó la situación que está viviendo la cooperativa Fresón de Palos, de la que es presidente, que ha recolectado 150.000 kilos diarios menos como consecuencia de las malas condiciones meteorológicas. Por todo ello, según explicó Garrocho, “se pierde cuota de mercado, no se cumple con los clientes y los nervios de los agricultores están a flor de piel”.
A los problemas sufridos en las plantaciones se suman los precios que la fresa onubense ha obtenido en los mercados, donde “esperábamos lograr un precio algo mayor que el del pasado año, pero no ha sido tanto como esperábamos”, tal y como indicó Garrocho, explicando que finalmente el precio de la fresa en el mercado ha aumentado un 10 por ciento respecto al año pasado debido a la escasez de fruta, ya que “no tenemos suficiente material para poder satisfacer la demanda de los mercados”.
Por su parte, Francisco Sánchez, el director gerente de la plataforma comercializadora Onubafruit, compuesta por ocho empresas freseras de Huelva, aseguró que “éste está siendo el peor año de la historia de la fresa onubense, cuando cerremos la campaña y hagamos un balance global veremos que ha sido una campaña realmente mala”, indicando que “se nos ha juntado la crisis con el temporal y con los bajos precios en el mercado, lo que hacen que sea un año muy difícil”.
Por ello, Sánchez apuntó que los agricultores onubenses “van a necesitar muchas ayudas por parte de las administraciones públicas”, añadiendo que “va a ser muy difícil que lleguen siquiera a cubrir los costes de producción, lo que da fe de la mala situación que atraviesan”.
Además del temporal, el gran protagonista de la campaña agrícola de 2010 ha sido la contratación de trabajadores locales, incentivada por las administraciones públicas ante el importante aumento de personas desempleadas. Lo que a priori parecía una buena iniciativa para todos, a la hora de la verdad “ha supuesto un verdadero caos en los campos”, como explicó Garrocho.
Los productores apostaron desde el primer momento por mano de obra local, sin embargo “la inexperiencia de estos trabajadores ralentizó enormemente el ritmo de trabajo en los campos, y eso en los que aguantaron toda la campaña, ya que muchos locales fueron dejando las explotaciones porque el nivel de esfuerzo es realmente duro y no todas las personas están preparadas para soportarlo”.
Ante estos posibles incidentes, la Comisión Onubense de Flujos Migratorios había establecido un cupo de reserva de unas 3.000 personas, principalmente de Marruecos, a las cuales muchos agricultores han tenido que recurrir, sin embargo la llegada de estos trabajadores ha estado rodeada de polémico, ya que las administraciones afirmaron que todo iba según lo previsto, mientras que los productores denunciaban “tremendos retrasos en la llegada de estas personas, de tal manera que han estado llegando hasta hace sólo unas semanas”.
Por ello, Garrocho señaló que cuando la campaña acabe “tendremos que sentarnos con las administraciones y hacer balance para aprender de los errores de este año y evitar que se vuelvan a repetir”, añadiendo que “este año se han hecho las cosas un poco deprisa, no se planificó bien el tema de las contrataciones, de manera que ya hemos aprendido que para el próximo año hay que preparar las cosas mejor”.

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