Juan Ramón y Andalucía
Vicente Quiroga
Actualizado 22.04.2010 - 01:00
Lo más copioso, lo más fructífero, lo más extraordinariamente revelador de su enorme creatividad, del llamado Trienio Juanramoniano, ha sido sin duda la caudalosa publicación de libros, la reedición de la exuberante obra de Juan Ramón Jiménez. En éstas columnas yo he prodigado la recensión de muchas de estas publicaciones y no me he cansado ni me canso de insistir que ésta ha sido la más efectiva conmemoración de la efeméride. Y afortunadamente aún quedan libros del numen prodigioso, del moguereño universal o sobre su extenso legado literario para enriquecer tan portentosa bibliografía.De la colección Los libros del trienio, editados con motivo de esta conmemoración por el Servicio de Publicaciones de la Diputación Provincial, me llama la atención hoy el titulado Juan Ramón Jiménez y Andalucía: El sentimiento de eternidad, del que es autora la doctora en Filología Hispánica Rocío Fernández Berrocal.Es interesante este libro no sólo en la visión amplia en torno a la biografía andaluza del poeta a través de su presencia y su huella en exquisita prosa o en su inspirado verso sobre las distintas ciudades andaluzas visitadas por él, sino también de la influencia que en él pudiera tener el paso por estos lugares y, sobre todo, por aquellos, como el propio Moguer, Huelva, El Puerto de Santa María y Sevilla, que cimentaron sus estudios y marcaron años decisivos en su formación, madurez y personalidad creativa. La primera cita del libro es de por sí significativa: "Mi porvenir, como mi pasado, está en Andalucía y sólo en Andalucía. Los andaluces tenemos que quererla tanto que por nosotros se derrame en todo el mundo, no universalizándose ella… sino andalucizando nosotros el mundo entero". La autora se apresura a escribir en el inicio de su introducción toda una declaración de principios "Andalucía se presenta en la obra de Juan Ramón Jiménez como un espacio universal transmutado por la luz de la palabra del poeta, la luz de su visión profunda y conmovedora hacia su tierra y la del magistral trazo lírico de su estructura". En esa dedicación andaluza hay una muestra entrañable sobre esos parajes andaluces desde su impagable Platero y yo a Olvidos de Granada, pasando por sus Elegías Andaluzas, Moguer y la obra póstuma Sevilla, entre otros textos. El que hoy nos ocupa, que uno lee con especial fruición, con delectación venerable, abunda en hermosos pasajes, argumentos y citas referentes a ese amor andaluz de nuestro Premio Nóbel. El libro, estructurado en tres bloques que configuran esa visión andaluza de Juan Ramón, demuestra patentemente a través de los bien documentados testimonios de Rocío Fernández Berrocal, la "importancia básica en su formación, en su personalidad y en su trayectoria poética".Con lo cual Juan Ramón Jiménez y Andalucía, que con tanto placer hemos leído, se inscribe de inmediato en esa bibliografía básica sobre el estudio y conocimiento de nuestro Andaluz Universal.
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