LA CRISIS AUGURA UNA REDUCCIÓN DE LOS CONTRATOS EN ORIGEN

Asaja augura un recorte "drástico" en los contratos en origen por la crisis
El presidente de la organización agraria estima que esta campaña se puede duplicar el número de temporeros locales del año anterior · Reclama garantías para que el producto no quede sin recogerY. Sánchez / Huelva, campaña de fresa Actualizado 18.08.2009 - 05:01

Los preparativos de la próxima campaña fresera ya están en marcha. El medio millar aproximado de productores y cooperativistas freseros de la provincia de Huelva ya están pensando en rectificar los errores que se detectaron en la campaña anterior, que vino marcada por la crisis económica. Ésta es la tendencia que esperan para los próximos meses y, según el presidente de Asaja y de la Interprofesional fresera, José Luis García-Palacios, "los agricultores están concienciados de ello. Por eso se preparan para el recorte drástico que habrá en los contratos en origen, un modelo que ha funcionado bien en los últimos años".Ya el año pasado las 40.000 peticiones empresariales de contratos en origen se quedaron en poco más de una tercera parte. Sólo Asaja solicitó 13.237 extranjeros y no llegó a contratar más que a 4.955. También es cierto que la campaña no se desarrolló con normalidad, pues las bajas temperaturas de los primeros meses del año retrasaron entre un mes y 40 días la producción. Esta circunstancia también hizo que se ralentizará la llegada de temporeros. En todo caso, los agricultores se comprometieron con la Mesa de la Inmigración, que preside la Subdelegación del Gobierno, a favorecer la contratación de desempleados locales. García-Palacios, sin dar datos concretos sobre el número de estos contratos, asegura que los empresarios hicieron un esfuerzo para colaborar en disminuir las listas de desempleo. Colaboración que pretenden mantener durante la próxima campaña, en la que estima que se duplicarán los contratos de temporeros locales del año anterior "porque también habrá más gente dispuesta a trabajar en el campo, pues parece que la crisis se prolonga".Todas ellas son cuestiones que se tendrán que cerrar en las próximas semanas en el foro de la Mesa de la Inmigración, donde, junto a las administraciones públicas y los empresarios se sientan también los sindicatos.A estas alturas lo que más preocupa a los empresarios es lograr "garantizar que la producción no se vaya a quedar en el campo", apunta García-Palacios, pues ya sucedió en la campaña anterior que algún empresario empezó a trabajar con una docena de temporeros y en mayo no le quedaban más que dos. "No podemos obligar al trabajador a que se quede toda la campaña". En esta línea, el presidente de la Interprofesional fresera lamenta que todavía se vea el trabajo en el campo como un "desmérito, cuando no es así" y añade que si el salario es bajo, tal y como denuncian los sindicatos, es "porque va en relación con la rentabilidad de la producción, no se puede comparar con la construcción, por ejemplo".Respecto al GEA (Gestión de empleo agrario), la herramienta informática que puso en marcha la administración para agilizar la contratación de temporeros y reducir las listas del paro, García Palacios coincide con el resto de las voces críticas en que no ha funcionado bien, sin embargo entiende que "será muy útil una vez que se perfeccione".Sobre el número de hectáreas que se sembrarán en el próximo mes de octubre, García-Palacios teme que se reduzcan sensiblemente por las pérdidas que sufrieron los productores que el año pasado se arriesgaron ampliando la superficie de frambuesa. Precisamente, este fruto es el que peor parado salió a causa de las heladas que se registraron entre los meses de diciembre, enero y febrero. Tanto es así que duda que algún productor onubense vaya a cultivar la misma superficie este año.Así García-Palacios resume que la campaña fresera 2008/2009 "se salvó gracias a la campana, como se suele decir, en términos generales. Los productores que más apostaron por la frambuesa pueden estar casi arruinados, al menos, algunos; mientras que el resto ha podido salvarse porque las temperaturas a partir de febrero se estabilizaron y regularon la producción y porque lo precios lograron mantenerse en los mercados internacionales".
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