24 de agosto de 2009.
Algunos dice que, cuando pasean por sus calles, pueden ver el Moguer juanramoniano. Sea cierto o no, no hay duda que la mejor época para visitar la localidad con la tranquilidad necesaria es el verano, especialmente una tarde no muy cálida, y perderse por sus calles. Sólo tenemos un problema que el progreso nos ha impuesto: los automóviles que todo lo invaden y el cableado que todo lo cruza, pero así son las cosas. Todo progreso tiene su precio.
En el pueblo actual se conjuga (para algunos acertadamente; para otros, no tanto) edificios de uno o dos centurias con los de reciente construcción.
Calle de la Fuente
Calle Mercado
Calle Vendederas
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