Camino de presos con aire de libertad
Internos del centro penitenciario de Huelva realizan su peregrinación anual a la aldea del Rocíol iniciativa La comitiva constituida por 23 internos, de los cuales 15 son del centro penitenciario de Huelva, y más de cincuenta voluntarios y educadores, llegará hoy, sobre las 14:00, a la aldea almonteña.
T. Lojo / Huelva Actualizado 21.04.2010 - 08:58
A las siete y media de la mañana se abrieron las puertas del centro penitenciario de Huelva. Veintitrés internos, quince de la prisión onubense (diez hombres y cinco mujeres) y ocho de las de Almería, Algeciras, Melilla y Morón de la Frontera iniciaron desde las instalaciones carcelarias su peregrinación a la aldea almonteña. Muchos de los reclusos no lograron conciliar el sueño en toda la noche y permanecieron despiertos junto a sus ventanas hasta el amanecer del día.Acompañaban a los presos más de cincuenta educadores y voluntarios, entre ellos Manuel Correa y su esposa. Para ellos éste es el tercer camino que realizan con los internos, de alguna manera han querido coger el relevo de su hija Amparo, que fue monitora de música de la cárcel y dirigía el coro que cantaba, en esta peregrinación, en la misa en El Rocío. "Llevamos tres años echando una mano y perpetuando el recuerdo de mi hija Amparo", apuntó Correa.Tras una primera parada en San Juan del Puerto para desayunar, la comitiva se dirigió a Moguer donde realizó una ofrenda floral al Simpecado de la Hermandad del Rocío de la localidad. Tuvo que posponerse para otro año el acto de amadrinamiento de la futura Asociación Rociera del Centro Penitenciario de Huelva La libertad, ya que aún se encuentra en trámites de constitución. El último paso fue la entrega al Obispado de Huelva de los estatutos rectificados según solicitaba la Diócesis. Desde la Hermandad del Rocío de Moguer se reiteró el ofrecimiento de amadrinar a la asociación y se le colocó una medalla al Simpecado de La libertad. A continuación, los peregrinos se dirigieron a la bodeguita Los Raposos para reponer fuerzas. Gran ambiente rociero se vivió en el interior del establecimiento, donde Antonio se lanzó por fandangos, mientras le acompañaba a la guitarra Manuel Correa.En la mesa situada enfrente se encontraba Juan, uno de los educadores del centro penitenciario de Algeciras. Es el cuarto año que participa en la iniciativa de la prisión de Huelva, de la que destacó sobre todo la convivencia así como que "los chavales se vean libres". Para Jorge, interno de la cárcel de Algeciras, era la primera vez que realizaba el camino del Rocío, "es una experiencia que no contaba con ella, tenía bastantes ganas de salir".Abría la comitiva un carro tirado por tres mulas. Delante, dos agentes de la Policía Local y un dispositivo de Protección Civil, y, tras el carro, los peregrinos a pie. Mónica, una de las internas del centro penitenciario de Huelva, comentó que "soy rociera desde chiquitita, pero ahora hago el camino en otras circunstancias". Lleva dos años en prisión y "estoy aprovechando cada segundo al máximo, es una experiencia inolvidable". Indicó que "la ilusión que lleva una puede más que todo el cansancio".Para Jadilla, otra reclusa de la cárcel onubense, era su primer camino al Rocío, "no me lo esperaba así". La joven, que lleva un año y dos meses en la prisión, afirmó que "desde que hemos salido me ha gustado todo, y lo que queda por venir, que queda lo mejor". Uno de los coordinadores las animó a aligerar la marcha, "venga, que hay que llegar, ya llevamos quince kilómetros". A unos metros estaba la ermita de Montemayor, donde los peregrinos realizaron una ofrenda floral a la Patrona de Moguer y cantaron la salve. Anteriormente habían realizado una parada en la Asociación Abriendo Puertas.Aún les quedaba por delante un largo camino. La jornada culminó en Villarejo, lugar de pernoctación. Hoy estaba previsto que retomaran la marcha a las nueve de la mañana, para llegar en torno a las dos de la tarde a la aldea almonteña. Allí se reencontrarán con sus familiares. A las cinco de la tarde, se celebrará una misa en la ermita del Rocío.
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