LA ENERGÍA EÓLICA Y SUS DETRACTORES

Contra viento y marea
6-9-2009 02:46:03
JOSÉ CEJUDO
SEVILLA.

Pese a ser la éolica una energía limpia, renovable y sostenible, no deja de tener sus detractores. Aunque la instalación de aerogeneradores en tierra ha podido hasta ahora sortear los obstáculos, y son muchas las comarcas andaluzas en las que pueden verse los gigantescos molinos metálicos, los verdaderos problemas están vinculados a los todavía no materializados parques eólicos marinos.
La oposición social que en algunos sectores provoca este tipo de instalaciones -que sin embargo tienen el apoyo de los principales grupos ecologistas- no es baladí, y son especialmente los pescadores, por los supuestos daños a los caladeros y a las almadrabas, los que han levantado con más insistencia la bandera de la crítica.
Otros colectivos ciudadanos, además de los partidos políticos de opsición en los ayuntamientos, se han sumado también a las protestas, y las últimas de ellas han tenido como escenario la localidad gaditana de Chipiona, con el apoyo de agrupaciones de Rota y Sanlúcar, que reclaman «un horizonte sin molinos».
También en la provincia de Huelva se suscitaron movilizaciones ante el proyecto de levantar un parque eólico marino frente al espigón «Juan Carlos I», en las proximidades de la playa de Mazagón.
De todas formas, a este rechazo se une una cierta indefinición de la normativa, en este caso estatal, al carecer las comunidades autónomas de competencias en aguas marinas interiores. E igualmente, se constata una ausencia importante de estudios que evalúen los impactos negativos, si es que los hay, en el entorno de los futuros parques marinos.
La Asociación Empresarial Eólica, a la que pertenecen las principales firmas del sector energético, considera que «la eólica marina va a ir lenta».
«La Administración -añadió un portavoz autorizado de la Asociación- tiene que aclarar aún cuáles son las zonas aptas; cuando se presenten los dossieres los estudios van a ser muy exhaustivos y lentos, y la estimación que tenemos es que no habrá parques eólicos marinos hasta el año 2014, y ojalá nos eaquivoquemos y estén antes».
Dinamarca
Para la Asociación Empresarial Eólica «todavía no se ha demostrado que el impacto de los parques marinos tenga que ser negativo. En un país con gran sensibilidad medioambiental, como es Dinamarca, se está apostando por ellos. Y nosotros lo que hemos pedido es que se acelere la construcción de al menos un parque eólico marino experimental para que sepamos de qué hablamos».
En este sentido, el portavoz de la asociación considera que «habrá que tomar todas las precauciones debidas, pero no tiene por qué perjudicar ni a la pesca ni al turismo. La legislación obliga a instalar los parques a diez kilómetros de la costa, como mínimo, y desde las playas prácticamente no se van a ver. Muchos de los impactos negativos son puras hipótesis. Hasta ahora ha habido posturas radicales de oposición que están muy poco fundamentadas».
La Asociación Empresarial Eólica es consciente «de que los parques marinos no se pueden poner en cualquier sitio, pero no se puede decir no por principio. En cualquier caso a nuestra tecnología, que es limpia, se le exige más que a ninguna otra. Nos parece bien, pero queremos que haya una mayor concreción».
Gonzalo Muñoz, miembro de la Fundación Migres, una entidad que preside Miguel Ferrer, ex director de la Estación Biológica de Doñana, se ha dedicado en los últimos años a estudiar el impacto de los aerogeneradores de los parques eólicos terrestres en las aves.
Muñoz entiende que «el problema de base» es similar «en tierra o en el mar», la existencia de estructuras que puedan afectar a los animales en sus migraciones.
Los primeros estudios que se han hecho en Europa sobre la incidencia de los parques eólicos marinos demuestran, indica Muñoz, «que la incidencia es relativamente reducida. Pero lógicamente donde hay concentraciones de flujos de aves, la baja probabilidad se msultiplica».
Cocimiento escaso
En España, dice el representante de la fundación Migres, «tenemos un conocimiento escasísimo de cuáles son las zonas má sensibles dentro del litoral. Y producir ese conocimiento colleva tiempo y dinero. Y si sobre los pájaros,que vuelan y se ven, se sabe poco o casi nada, sobre lo peces ya lo podemos imaginar».
Los ministerios de Industria y Medio Ambiente, competentes en la materia, han perfilado en los últimos meses parte de la normativa que se antoja imprescindible para la implantación en España de los parques eólicos marinos.
Por una parte está el mapa de zonificación, donde se definen tres áreas: las permitidas sin condicionante alguno; las aptas, pero con numerosas limitaciones, y las excluidas. El mapa forma parte del denominado Estudio Estratégico Ambiental para la instalación de parques eólicos marinos. En este documento se apunta que la autorización siempre estará supeditada a que el proyectro se someta a una evaluación de impacto ambiental. Y finalmente está el decreto por el que se establece el procedimiento administrativo para las solicitudes de autorización de instalaciones de generación eléctrica en el mar teriorial.
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