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lunes, 21 de diciembre de 2009

LAS PLAYAS DE LA ZONA ORIENTAL DE LA PROVINCIA ESTÁN AMENAZADAS POR LA EROSIÓN

Los espigones y muros provocan la erosión de las playas de Levante

Las presas y las barreras marinas occidentales se 'comen' la costa almonteña

R.M. / Huelva | Actualizado 21.12.2009 - 05:01

Subida del nivel del mar en Matalascañas en 2007.

El complejo dunar y las playas tampoco se librarán de la incidencia del cambio climático. Según el análisis de Francisco Borja y Miriam Fernández, con los datos aportados por los expertos hasta ahora podría producirse una desestabilización de dichos ecosistemas eólicos. Un nivel del mar en ascenso, menos humedad y más viento: el caldo de cultivo ideal para reactivar los procesos que mueven las arenas desde la costa hasta el interior de las marismas.

También el futuro de las playas de Doñana está en peligro. Según los datos de que se dispone, no se descarta un incremento de la erosión de las formaciones de playas y un desmantelamiento de algunos sectores de la duna costera, lo cual supone "un nuevo acicate para la reactivación eólica de los campos de dunas".

Los análisis de los científicos aseguran que estos efectos vendrán a sumarse a los fenómenos que se producen desde hace años en la Costa de Huelva "merced a la desarticulación de la corriente de deriva litoral y a la alteración del balance erosión-sedimentación que provoca la interposición de grandes infraestructuras lineales localizadas en el medio marino: muros, defensas, portuarias, espigones, por no incluir la disminución de los aportes detríticos fluviales a causa de su neutralización, aguas arriba, en el fondo de los pantanos".

El amplio documento desarrollado por Francisco Borja no sólo analiza los efectos del aumento del nivel de mar sobre la Costa de Huelva, sino que tiene en cuenta que "la deriva litoral de dirección Oeste-Este imperante en la zona convierte a la Costa oriental de Huelva en la receptora de los efectos de cualquier disfunción que se induzca en su sector occidental".

A juicio de los autores del informe "lo que llegue o deje de llegar a las playas de Levante, sedimentos, elementos contaminantes, corrientes libres de carga de alto poder erosivo… dependerá de cómo se maneje la línea de Costa en el otro extremo de la provincia, incluso de lo que se haga en la fachada portuguesa", y no sólo de la altura que alcance el nivel marino. En este sentido, la presencia de espigones, convertidos en gigantescas trampas de sedimentos, está jugando un papel decisivo en los desequilibrios detectados en las playas de Doñana, siendo éste un factor clave de cara a evaluar lo que puede ocurrir con ellas en un futuro inmediato. De hecho, las grandes inmobiliarias y promotoras urbanísticas ya notan que los ciudadanos no compran casas en primera línea de playa.

El diagnóstico medioambiental que el trabajo patrocinado por la Universidad de Huelva realiza para el área de Doñana habla de "una aridificación climática y una subida del nivel del mar cuyos efectos sobre el territorio se verán, de hecho ya están viéndose, reforzados por una importante presión antrópica (humana) sobre las cuencas vertientes, el hidrosistema y el medio costero".

La consecuencia inmediata de esta conjunción de factores es, entre otros aspectos, "la vigorización de los procesos erosivos, el desajuste del balance erosión-sedimentación y la caída de la diversidad biológica", todo lo cual contribuirá, de no mediar las adecuadas políticas de mitigación y adaptación, a que éste sea un territorio cada vez menos sostenible y más hostil para el hombre.

Informacion: www.huelvainformacion.es

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