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miércoles, 19 de mayo de 2010

MANOLO MORALES DEJA LA PRESIDENCIA DEL PEDRO ALONSO NIÑO TRAS CUATRO AÑOS EN EL CARGO

"Debe venir gente nueva con otras ideas"

Anuncia que, cumplidos los cuatro años de su mandato, deja la presidencia del club moguereño · Asegura estar "agotado" aunque contento con el trabajo realizado

Paco Gamero / Huelva Actualizado 19.05.2010 - 05:02

Anuncia que se va. "Estoy cansado, han sido cuatro años muy duros, es hora de dejar paso a otras personas"... "Es necesario que lleguen personas con otras ideas, o que sigan el camino emprendido, que creo que es bueno"... "Este equipo ha cambiado mucho y lo peor quedó atrás"... Tranquilo, sosegado, sin perder el buen humor, dejando claro que le gusta el balonmano y que siente y padece lo que significa el Pedro Alonso Niño en Moguer, equipo que el pasado sábado confirmó su descenso a Primera Nacional. Manuel Morales Díaz, cocinero antes que fraile, de central de categoría a casi ex-presidente, mucho tiempo ha pasado ya."Hay que dar paso a otro proyecto". Lo dice de forma pausada, pero contundente. Repite muchas veces la palabra cansado -algunas veces las sustituye por "agotado"-, y casi siempre acompañada de "son ya cuatro años". Manuel Morales llegó en el año 2006 y, desde entonces "este equipo ha crecido mucho, muchísimo". Lo cogió con apenas 100 socios, y ahora cuenta con casi 700. Manejó en principio un presupuesto de 70.000 euros, y el de la pasada temporada se fue a 400.000. "Hay mucha diferencia, y para tener esto ha habido que trabajar mucho, y estoy cansado; además, le prometí a mi familia que iba a ser cuatro años, y llegamos al final", indica. En estos días se toma un obligado receso -rociero de toda la vida- y aparca algunas cuestiones hasta después. Señala que en junio abrirá el proceso electoral para que el Pedro Alonso Niño tenga nuevo presidente y nueva junta directiva, y estima que en torno al 15 ó 16, ya debe estar todo decidido. Tiempo de reflexión, de análisis de lo que han sido cuatro largos años: "Gente nueva e ideas nuevas, o gente nueva que quiera continuar con este trabajo, van a tener todo mi apoyo", asegura, para afirmar de forma contundente que "los problemas que tuve al principio, los nuevos no los van a tener". Habla de que le montaron un equipo paralelo en la localidad, de despolitizar un club que quería huir de la política -"casi dos años me costó convencer que esto era un proyecto deportivo, no político", resalta-, de empezar a crecer, de subir peldaños hasta "conseguir que un equipo exclusivo del pueblo fuera conocido en toda España". Puede que el salto llegó antes de lo previsto, pero mereció la pena porque en este periplo "se ha aprendido mucho, a base de golpes, que es la mejor forma de aprender". A lo largo de este tiempo, cosas para arrepentirse o para hacerlas de otra manera. De lo primero pasa de largo y señala que "no me arrepiento de nada, porque es un hobby para mí, yo no vivo de esto; siempre fuí con buenas intenciones y eso me permite dormir muy tranquilo, claro que en este tiempo tuve que tomar decisiones que perjudicaron a personas, pero fueron decisiones deportivas". De lo que podía haber hecho de otra manera sí menciona algo: "haber asumido al completo la cantera del equipo". Todo tiene una explicación: "Tenemos firmado un convenio con el Patronato de Deportes de Moguer, en el que compartimos al 50% la gestión de la cantera, ha sido así, y creo que la cantera la debimos trabajar nosotros al máximo. Son ideas diferentes, el Patronato vela por unos intereses institucionales y el club por unos deportivos; el Patronato quería que la gente hiciera deporte, que está bien, pero nosotros lo que necesitábamos era que salieran jugadores para el primer equipo", dice. Sobre el pasado más reciente, o sea la temporada que acabó el sábado, Manolo Morales tiene claro que "pagamos muy caro los partidos perdidos en casa ante equipos de nuestra Liga", y señala uno en concreto: "La derrota en casa con Puente Genil en la primera vuelta nos hizo mucho daño, ese día cayó el fortín de nuestro pabellón y todos los equipos pensaron que aquí se podía ganar". No cree que el relevo en el banquillo fuera tardío, incluso él, en primera persona, intentó reconducir la situación y trató de convencer de forma baldía a Fernando Castelló para que siguiera: "El final, creo que hubiera sido el mismo, no desmerecemos el trabajo de Curro Lucena, pero ahí no estuvo el problema". La temporada es pasado, pero la entidad permanece. Hay que configurar un nuevo equipo: "Eso es tarea de los que vengan, no quiero dejar ningún compromiso a los que den el paso de dirigir el club, que tengan las manos libres, ese es mi deseo", señala Morales. Claro que se corre un riesgo, y es que no venga nadie, entonces quien sabe si hay que echar otros cuatro años... "no, no, seguro que vendrá alguien, ya estoy cansado, agotado".

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